¡Así es! La langosta habita el fondo rocoso alrededor de las islas junto a otras especies que también son atraídas por la carnada en el interior de las trampas y al igual que las langostas, quedan atrapadas. Por ejemplo, la centolla de Juan Fernández y el pulpo suelen ingresar a las trampas.

Para proteger el mar, un grupo de jóvenes se han organizado en una agrupación llamada «Centinelas del Océano». Como grupo desarrollan iniciativas que les permiten aprender del ecosistema marino que los rodea, explorando y conociendo del borde costero, de oceanografía y de biodiversidad marina. Son activistas por el ecosistema marino. Su misión es aprender y al mismo tiempo educar a la comunidad para cuidar el mar de Juan Fernández entre todos.

¡Son un gran problema aquellas especies foráneas que han sido introducidas fuera de su distribución natural! Algunas de ellas han sido introducidas involuntariamente, porque se adhieren o pegan a los cascos de los barcos o bien, por su ingreso en las aguas de lastre, viajando miles de kilómetros y encontrando en las islas territorios sin depredadores naturales que eliminen su presencia en el lugar. Estas son las especies exóticas invasoras, una de las causas más importantes de extinción de especies en la naturaleza. Amenazan la biodiversidad pues compiten con las especies locales.

Las películas además de entretenernos, muchas veces son una excelente alternativa para transmitir conceptos científicos. «Buscando a Nemo» y su posterior secuela «Buscando a Dory» son un ejemplo de ello. Todos los que vieron esas películas saben que las grandes ballenas comen krill, o que las gaviotas y los pelicanos se alimentan de peces. ¡Pero cuidado! Los guionistas de las películas se inventan situaciones, especies o incluso ecosistemas enteros al escribir la película. Películas como «Megalodón», aunque empiezan con un concepto inspirado en la realidad, inventan un montón de situaciones o eventos para llamar la atención. La termoclina es una capa dentro de un cuerpo de agua donde la temperatura cambia rápidamente con la profundidad. La misma no existe en las grandes profundidades del océano, sino solamente cerca de la superficie, y los grandes animales marinos siempre fueron capaces de atravesarla.

A diferencia de un león en los hábitats terrestres, los depredadores marinos generalmente pueden predar sobre presas que sean más pequeñas que el tamaño de su mandíbula. Esto explica que el factor más importante en la depredación en el mar es el tamaño corporal de las presas y no la especie a la que pertenece. De esa manera, ocurre la llamada «depredación comunitaria», lo que indica que cada especie puede competir con cualquier otra. Esto no tiene una contraparte terrestre, donde el león o el zorro nunca tienen que competir por comida con los ratones.

Los peces pequeños que viven en mar abierto, cuando ven algún objeto flotando como troncos de árboles, basura, o algas, se refugian debajo para descansar y protegerse de depredadores, quienes han aprendido a buscar a sus presas debajo de estos objetos flotantes. Lastimosamente, también se ha desarrollado una técnica para pescar empleando grandes objetos flotantes, que sirven como dispositivos de agregación de peces. Al cabo de unos días regresan por ellos y lanzan una red para cercar la zona, pescando a todos los seres que se hallan en el momento, no sólo a los peces “comerciales”, sino también a los pequeñines y sobre todo a sus depredadores como atunes, tiburones, peces espada, tortugas, rayas, delfines.

¡Una increíble estrategia de defensa! Cuando los pulpos perciben la amenaza de un depredador, expulsan un chorro de tinta oscura que se transforma en una nube con la que confunden a su perseguidor. No pueden ver al pulpo y pierden la capacidad de olerlo. Ahí es cuando aprovecha una de sus habilidades más sorprendentes, el llamado vuelo, ya que puede utilizar la propulsión a chorro para moverse rápidamente a través del agua.

Son conocidas como «paraguas» o «sombrilla» aquellas especies que cumplen el rol de proteger el territorio en el que habitan frente a la degradación de la biodiversidad. Habitan en extensos territorios para subsistir de manera natural, por lo que coexisten con un sinnúmero de especies. Así, si la especie paragua está bien, se asegurará que su entorno está en buen estado, por lo que los esfuerzos en conservar estas especies, beneficia también a aquellas con las que comparte el hábitat. Las aves marinas son un ejemplo de especies paraguas, ya que proporcionan pistas sobre la salud de los recursos marinos de los que tanto ellas como nosotros dependemos. Estas pueden ayudar a comprender mejor lo que está pasando en los océanos, ya que son las primeras que sienten sus consecuencias.

La placa de Nazca se mueve hacia el este, en dirección a la placa sudamericana. Al chocar, comienza a hundirse bajo el continente en un proceso llamado «subducción». Si sobre la placa se erguían montañas o volcanes, estos también se van hundiendo, quedando bajo la placa sudamericana en un proceso lento, que dura millones de años. En la zona ente las comunas de Papudo y Navidad se está subductando la cadena de Juan Fernández. Se sabe de al menos dos cerros submarinos, ya succionados bajo la placa sudamericana y descubiertos mediante el análisis de las anomalías magnéticas que producen. Fueron bautizados con los nombres de cerro submarino Papudo, con una edad que superaría los 10,5 millones de años, y Punta Salinas, con alrededor de 13,7 millones de años.

Al estar aisladas de grandes masas de tierra como los continentes, los seres vivos que logran habitarlas se van adaptando a sus características y con el paso de las generaciones, acaban por diferenciarse de las especies de las cuales provienen, llegando incluso a originar nuevas especies.  El peculiar aislamiento del lugar hace su magia evolutiva, permitiendo a la naturaleza ensayar nuevas especies y formas que no se encuentran en ningún otro lugar de la Tierra.